Las oraciones coherentes son todos aquellos actos de habla que están bien formados y cuyos elementos constitutivos guardan una relación lógica y consecuente por lo que forman un todo. Este tipo de oraciones producen un mensaje claro y conciso que puede ser considerado como la unidad mínima de un texto. Esto quiere decir que estas oraciones se interrelacionan entre sí para formar párrafos que, a su vez, formarán capítulos.
Las oraciones
coherentes deben responder a un conjunto de principios para que sean
consideradas como tales. En primer lugar, se tienen que ajustar a un principio
de relación temática, lo cual quiere decir que las ideas que expresan se
relacionan entre sí y, si fuera el caso, con el tema central de todo el texto.
En segundo lugar, deben ser precisas y presentar ideas claras cuya
interpretación no se preste a ambigüedad ni confusión. Finalmente, deben de
evitar el principio de no contradicción.
Algunos ejemplos
de oraciones coherentes son los siguientes:
Francisco
le regaló a su hijo un perro labrador. El niño y su mascota disfrutan mucho
jugar juntos.
Los malos
hábitos de alimentación son dañinos para la salud. Por ello los médicos no lo
recomiendan y mejor nos sugieren llevar una dieta sana y balanceada.
Todas las estrellas se caracterizan por tener luz propia. Por lo tanto, el sol es una de ellas.
Los
mamíferos se alimentan de la leche materna. Por ello el ser humano lo hace.
El perro
de mi hermano es muy bravo, por eso me mordió ayer en la pierna.
Muchas
bebidas alcohólicas son resultado de la fermentación. La cerveza sufre este
proceso durante 10 días.
Todos los
nombres propios se deben de iniciar con mayúscula: Pedro, Juan, Rodrigo y María
por eso se escriben así.
Los gritos me dan miedo. Es mejor que no lo hagas.