06 febrero, 2020

Cuentos de Rafael Pombo

Link para el libro con los cuentos:

Con Pombo y Platillos


EL RENACUAJO PASEADOR

El hijo de rana, Rinrín renacuajo 
Salió esta mañana muy tieso y muy majo 
Con pantalón corto, corbata a la moda 
Sombrero encintado y chupa de boda. 

-¡Muchacho, no salgas!- le grita mamá 
pero él hace un gesto y orondo se va. 

Halló en el camino, a un ratón vecino 
Y le dijo: -¡amigo!- venga usted conmigo, 
Visitemos juntos a doña ratona 
Y habrá francachela y habrá comilona. 
 
A poco llegaron, y avanza ratón, 
Estírase el cuello, coge el aldabón, 
Da dos o tres golpes, preguntan: ¿quién es? 
-Yo doña ratona, beso a usted los pies 
  
¿Está usted en casa? -Sí señor sí estoy, 
y celebro mucho ver a ustedes hoy; 
estaba en mi oficio, hilando algodón, 
pero eso no importa; bienvenidos son. 

Se hicieron la venia, se dieron la mano, 
Y dice Ratico, que es más veterano : 
Mi amigo el de verde rabia de calor, 
Démele cerveza, hágame el favor. 

Y en tanto que el pillo consume la jarra 
Mandó la señora traer la guitarra 
Y a renacuajo le pide que cante 
Versitos alegres, tonada elegante. 

-¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora, 
pero es imposible darle gusto ahora, 
que tengo el gaznate más seco que estopa 
y me aprieta mucho esta nueva ropa. 

-Lo siento infinito, responde tía rata, 
aflójese un poco chaleco y corbata, 
y yo mientras tanto les voy a cantar 
una cancioncita muy particular.

Mas estando en esta brillante función 
De baile y cerveza, guitarra y canción, 
La gata y sus gatos salvan el umbral, 
Y vuélvese aquello el juicio final 

Doña gata vieja trinchó por la oreja 
Al niño Ratico maullándole: ¡Hola! 
Y los niños gatos a la vieja rata 
Uno por la pata y otro por la cola 
  
Don Renacuajito mirando este asalto 
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto 
Y abriendo la puerta con mano y narices, 
Se fue dando a todos noches muy felices 

Y siguió saltando tan alto y aprisa, 
Que perdió el sombrero, rasgó la camisa, 
se coló en la boca de un pato tragón 
y éste se lo embucha de un solo estirón 
  
Y así concluyeron, uno, dos y tres 
Ratón y Ratona, y el Rana después; 
Los gatos comieron y el pato cenó, 
¡y mamá Ranita solita quedó!