ACTIVIDAD 1
1. Lea el cuento "El cumpleaños de Rosalinda"
2. Escriba la idea principal del cuento.
ACTIVIDAD 2
1. Lea la noticia: "La última maestra del aislado poblado ruso no se jubila para dar clases a su único alumno"
NOTICIA:
LA
ÚLTIMA MAESTRA DEL AISLADO POBLADO RUSO NO SE JUBILA PARA DAR CLASES A SU ÚNICO
ALUMNO
Reuters Staff.
SIBILYAKOVO,
Rusia, 7 oct (Reuters) - Uminur Kuchukova, de 61 años, podría haberse jubilado
hace mucho, pero continúa enseñando en una remota aldea rusa por el bien de su
último alumno.
Cuando el niño de nueve años se vaya
del lugar el año que viene, la escuela cerrará.
Al igual que miles de aldeas
repartidas a lo largo de Rusia, el remoto poblado siberiano de Sibilyakovo se
vació tras el cierre de su granja colectiva estatal como consecuencia del
colapso de la economía de la Unión Soviética en 1991. Los trabajos se agotaron
y las personas se fueron.
En su apogeo en la década de 1970, la
escuela primaria de Sibilyakovo tenía cuatro clases, cada una de
aproximadamente 18 niños, y la localidad contaba con 550 habitantes. Kuchukova
ha enseñado en la escuela durante 42 años.
Actualmente su casa está rodeada de
construcciones abandonadas. La población de la aldea se ha reducido a 39
personas y Ravil Izhmukhametov es el único alumno de la escuela.
Kuchukova compró una casa en la
ciudad de Tara, a unos 50 kilómetros de distancia. Planea retirarse allí con su
esposo al final del año escolar, cuando cree que Izhmukhametov tendrá edad
suficiente para viajar a la aldea vecina a educarse.
Llegar a la escuela más cercana
exigirá un viaje en bote de 30 minutos a través del río Irtysh, seguido de un
recorrido de otros 20 minutos en un bus escolar.
“Siento pena por él. Sus padres aún
no quieren irse (de Sibilyakovo) y da miedo enviar a un niño pequeño como él
por el Irtysh, hay olas muy grandes”, dijo Kuchukova.
La aldea está habitada principalmente
por tártaros, un grupo de origen turca que es una de las decenas de minorías
étnicas en Rusia.
Los padres de Izhmukhametov son
agricultores y tienen ganado, pero no quieren que su hijo se quede en la aldea
cuando crezca. “Nuestros hijos mayores viven en la ciudad y estamos felices por
eso”, dijo Dinar Izhmukhametov, de 48 años.
El hijo, Ravil, dice que no le
interesa mudarse a la ciudad, pero sabe que algún día no tendrá otra opción. Se
mostró desconcertado cuando se le preguntó cómo era ir a la escuela sin
compañeros de clase. “No tengo nada con qué compararlo, pero por supuesto que
me gustaría tener amigos, así que estoy ansioso por ir a otra escuela”.
Información de Alexei Malgavko. Escrito por Tom Balmforth. Editado en
español por Javier Leira
Fuente: https://es.reuters.com/article/entertainmentNews/idESKBN1WN0EO