¿Has estado alguna
vez en una situación parecida a estas?
1. Estás haciendo cola
para subir al autobús y alguien se te cuela. Te enfadas pero no te atreves a
decirle nada.
- Un amigo te pregunta si
puedes ir a recogerlo al aeropuerto. A pesar de que te va fatal porque
tienes mucho trabajo, le dices que sí. No quieres que se enfade contigo.
3. Llevas tiempo
pensando que mereces un aumento de sueldo, pero no se lo planteas a tu jefe.
Está claro que no es lo más adecuado tal y como están las cosas.
Quizás te hayas
sentido identificado con alguna de ellas. En cualquiera de estos casos deberías
haber dicho lo que pensabas pero no lo hiciste.
La mayoría de las
personas aceptamos pasivamente estas situaciones mientras sentimos como
perdemos el respeto por nosotros mismos. Hasta que a veces llegamos al límite y
estallamos de ira, lo que tiene unas consecuencias mucho peores.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es
una forma de comunicación que consiste en defender tus derechos, expresar
tus opiniones y realizar sugerencias de forma
honesta, sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando a los demás pero
sobretodo respetando tus propias necesidades.
¿Para qué te servirá ser asertivo?
Ser asertivo sirve para
exponer a los demás cuáles son tus verdades deseos y necesidades, y para
demostrar dignidad, autoconfianza y respeto por ti mismo.
Lo más interesante
es que las peticiones que hagas desde la comunicación asertiva tendrán
muchas más probabilidades de tener éxito ya que estarás pidiendo legítimamente
que se respete tu punto de vista. Habitualmente te será útil para:
·
Dar tu opinión, hacer una petición o pedir un favor
a alguien de forma natural y no como si le estuvieras pidiendo que te perdonase
la vida.
·
Expresar tus emociones negativas (quejas, críticas,
desacuerdos, etc) y rechazar peticiones sin que los demás se sientan heridos o
molestos contigo.
·
Mostrar emociones positivas (alegría, orgullo,
agrado, atracción) y hacer cumplidos sin parecer demasiado volátil
emocionalmente.
·
Preguntar por qué y sentirte legitimado a cuestionar
la autoridad o las tradiciones.
·
Iniciar, continuar, cambiar y terminar
conversaciones de forma cómoda y sin la sensación de estar ninguneando o
faltando al respeto a nadie.
·
Compartir tus sentimientos, emociones y
experiencias con los demás y favorecer que ellos compartan las suyas contigo.
·
Resolver los problemas cotidianos antes de que
aparezcan emociones negativas como la ira y el enfado y la situación se
descontrole.