La intención
comunicativa de un texto se refiere a la finalidad que se quiere
conseguir mediante el mismo. Al escribirlo, el autor de un texto quiere
conseguir un propósito específico, que puede y suele ser diferente según cada
situación concreta. La intención comunicativa es una de las formas más comunes
de clasificar los textos escritos.
Esto es debido a que la
intención del autor determinará el tipo de lenguaje, la interpretación del
receptor, la información que se recibe y el estilo. Aunque algunos textos
pueden tener varias intenciones comunicativas, en general hay una que predomina.
Por ello, al analizar un texto es fundamental encontrar su intención
comunicativa primaria.
TIPOS DE INTENCIÓN COMUNICATIVA EN TEXTOS
Aunque existen varias clasificaciones
para los distintos tipos de intención comunicativa en los textos escritos, la
más común es la que los divide en tres: textos informativos, textos persuasivos
y textos directivos.
Como se puede ver, estos tres tipos
están relacionados con las funciones de la lengua. Cada uno de ellos tiene unas
características concretas que veremos a continuación.
Textos informativos
Los textos informativos son aquellos en
los que la intención comunicativa principal es comunicar una serie de hechos de
tal forma que el receptor los comprenda. La función del lenguaje que cumplen es
la representativa: es decir, hacen alusión directamente a una realidad,
describiéndola o explicándola.
En general, estos textos también pueden
clasificarse como expositivos, aunque pueden tomar otras formas como una
cronología o una descripción. Son muy comunes en periódicos, revistas de
investigación, manuales y textos científicos.
Textos persuasivos
Los textos persuasivos son aquellos
escritos en los que el autor trata de convencer al receptor de sus propias
ideas, de tal forma que este cambie su opinión frente a un hecho y adopte la
del emisor.
En el campo periodístico, la intención
de la mayoría de los textos es una mezcla entre la informativa y la persuasiva:
gran parte de estos exponen una serie de hechos, pero matizados por la opinión
personal del autor.
Textos directivos
Los textos directivos tienen la función
principal de influir en el comportamiento del lector, guiando su forma de
actuar en una situación concreta. Esto lo pueden hacer aconsejándole el mejor
curso de acción, dándole órdenes o aportándole conocimiento.
En ocasiones, los textos directivos son
divididos en tres subtipos en función de cuál es el fin último que persiguen:
– Textos que buscan enseñar al lector,
de tal forma que sea capaz de realizar una acción que antes no sabía hacer. Por
ejemplo, los pasos parar preparar un nuevo plato.
– Textos que buscan aconsejar, de tal
forma que se comparte la experiencia del autor con el receptor. El ejemplo más
claro son los artículos y libros de desarrollo personal.
– Textos que buscan transmitir unas
normas concretas que el receptor debe cumplir. Las leyes y los códigos de
conducta son ejemplos de este tipo de texto.